lunes, 7 de abril de 2014

El Mallku: ‘El fútbol es el arte de las pelotas’

elipe Quispe Huanca, “El Mallku”, jugaba al fútbol en su niñez y juventud. Con sus amigos juntaban sus lluch’us y fabricaban una t’ejeta. Con el tiempo, cuando dejó su pueblo Ajata, en la provincia Omasuyos de La Paz, se fue a los centros mineros y ahí comenzó a practicar más.“Jugaba como lateral por izquierda, incluso me fui a probar a 31 de Octubre. En esa época todo era amor al deporte, nadie te pagaba nada. Fui jugador de Bolívar de Llallagua, también en Quechisla. Era muy aficionado”.

Desde hace unos años, este personaje que surgió a la política y llegó a ser diputado nacional, desde hace unos años encabeza un club cuyo plantel interviene en la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP), el Deportivo Pachakuti.

“Cuando fui diputado, entre los años 2002 y 2003, ganaba alrededor de 20.000 bolivianos, el dinero me sobraba, era por demás, entonces la gente del campo, de mi sector, me obligó a crear escuelas de fútbol en mi región. Obedecí y las implementamos, pero confrontamos con problemas. Tenemos cualquier cantidad de maestros interinos rurales, pero no entrenadores. Encontramos al compañero Gabino Rojas y con él preparamos el andamiaje de estos centros, pero no marchó. Entonces llegó a mi comunidad Mario Callizaya, entrenador de las divisiones inferiores de Bolívar, y surgió la idea de conformar un club con gente de nuestro sector, y así empezamos nuestro periplo en la AFLP”.

Pachakuti juega en la categoría de Ascenso y procura llegar a Primera B. “Estamos segundos, detrás de 16 de Julio. Ojalá podamos ascender, luego llegar a Primera A y de ahí a nivel profesional. Queremos escuchar que se nombren apellidos originarios, como Mamani, Quispe, Condori, Tarqui, apellidos nuestros, porque hay mucha discriminación, entonces estamos apuntando a llegar a nivel profesional con nuestro propio elemento para demostrar el orgullo indio que tenemos”.

El club no paga salarios a los jugadores, se sostiene “con ayuda de algunos paisanos de la provincia, personas que nos colaboran en los gastos. Si ascendemos vamos a buscar otro tipo de colaboración”.

El plantel está integrado por futbolistas de las provincias, de los Yungas, y algunos de la ciudad, de zonas marginales, jugadores paceños que quieren mostrar su capacidad. “Es gente discriminada que no fue tomada en cuenta por otros equipos de la misma asociación”.

El nombre del club fue elegido “porque en la lengua aymara el Pacha es tiempo y espacio y el Kuti es la vuelta, o sea nosotros estamos pensando en volver a lo que fuimos antes, más fortalecidos, transformar el deporte, que está muy monetizado, elitizado, muy priviligiado. Manejan unos cuantos dirigentes, por ejemplo en la Asociación de Fútbol de La Paz hay una rosca bien cerrada, entonces a nosotros nos hacen pagar el derecho de piso, hasta ahora no podemos avanzar, crecer; por ello también elegimos el nombre, pues tiene que haber un cambio total, que el fútbol también llegue al pueblo, porque en este momento simplemente es de unas cuantas personas privilegiadas”.

“El Mallku” reniega porque hoy es más difícil practicar fútbol. “Antes había canchas de terraplén o de tierra donde se jugaba gratis, canchas de Villa San Antonio, Kilómetro Siete, etcétera, o alquilábamos en 20 bolivianos la hora. Ahora que esos escenarios cuentan con césped sintético te cobran 100 bolivianos la hora, tanto la Alcaldía como el Gobierno central, hacen su negocio, pero no se preocupan de formar escuelas, de tener buenos equipos y contar con más recursos humanos propios, más les gusta alimentarse de elementos de afuera”.

A nivel profesional “nuestros equipos Bolívar , The Strongest, Oriente juegan muy despacio, son lentos, con un planteamiento táctico muy anunciado, entonces tiene que cambiar la estrategia táctica porque el fútbol es un arte, es el arte de las pelotas, es una filosofía de vida, no es que hay que manejar a los gritos (a los jugadores), riñéndolos, carajeándolos, sino se los debe tratar con palabras dulces, de fino humor, hay que entrenarlos. Así hemos aprendido nosotros a preparar cuadros guerrilleros en aquellos tiempos, entonces para nosotros esto también es una guerra, guerra de pelotas, desde esa perspectiva cambiamos nuestro método: tratar bien a la gente y en lo estratégico jugar rápido, pensar rápido y ser inteligentes”.

En un futuro le gustaría ser entrenador de fútbol. Hoy no tiene tiempo para estudiar: “Estoy haciendo un posgrado en Educación Superior. Sí, a mis hijos los envié a la escuela de entrenadores, pero al parecer no les gustó. Yo en el momento que disponga de tiempo me voy a capacitar también en ese rubro”.Y no duda en desnudar sus preferencias futbolísticas: “Soy hincha de The Strongest por su grito de guerra ¡ Huari K’asaya K’alatakaya!, que en nuestra lengua dice ‘revientan las piedras, las vicuñas comienzan a gritar’; eso pasa, en tiempo de helada, en nuestras comunidades, entonces por eso me hice hincha”.

El hombre detrás del fútbol

Familia

Felipe Quispe Huanca nació el 22 de agosto de 1942, en Ajata, provincia Omasuyos del departamento de La Paz. Está casado con Vicenta Mamani Quispe, con quien tiene seis hijos: Santos, Freddy, Hayar, Rosario, Patricia, Dominga.

Diputado

Felipe Quispe es exejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB). También fue diputado nacional.

Atigrado

Como aficionado al fútbol creó un club cuyo plantel juega en Ascenso de la AFLP. Es hincha de The Strongest.

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